La Laguna por su función educativa, sede del primer instituto de Canarias y durante mucho tiempo única ciudad universitaria del archipiélago, tuvo una gran proliferación de casas – pensión que alojaban a estudiantes de otras partes de Tenerife y sobre todo a los estudiantes que tenían que trasladarse desde las otras islas, también fueron muy frecuentadas por los soldados que estaban destinados en los distintos acuartelamientos que se encontraban en los alrededores de la ciudad y que paraban en dichas pensiones para quitarse el uniforme y vestirse “de bonito”, en la calle Juan de Vera (nuestra calle) llegó a haber tres pensiones, de las de antes, una de ellas estaba en lo que ahora es Ratones de Biblioteca. Este modelo de pensión poco a poco fue desapareciendo en favor del alquiler de pisos compartidos hasta que prácticamente murieron. En la actualidad es un modelo de alojamiento en desuso pero con el aumento del turismo cultural y de la llegada de estudiantes internacionales poco a poco ha ido aumentando la demanda de alojamientos de calidad pero asequibles en precio y con esa filosofía nace Ratones de Biblioteca.

Ratones de Biblioteca se ubica en una casona lagunera de algo más de 100 años de antigüedad; de fachada estrecha, esconde en su interior un espacio de unos 350 m2, la casa consta de dos plantas organizadas alrededor de un patio interior.

Cuando encontramos la casa, quizá sería más acertado decir, cuando la casa nos atrapó con su encanto, había sufrido mucho desgaste, no solo por la centuria que lleva a cuestas sino porque los últimos años no recibió el trato que merecía. Por eso nuestra primera tarea ha sido intentar volver a darle el aspecto que merece, así que tras muchos meses de batalla, “en obras te veas” (maldición gomera o gitana, según dicen), hemos recuperado su belleza, el encanto nunca lo perdió, pero sobre todo ha recuperado su luz.

¿Por qué ratones de biblioteca?

Porque nos entusiasman los libros y  son ellos la base de nuestra identidad, en todas las habitaciones, salones, pasillos incluso en los baños podrás encontrar libros, libros de todo tipo, y en diferentes idiomas, libros que son para leer, para mirar, libros que desean pasar de una persona a otra, que sean muchas las manos que acaricien sus páginas que los hagan sentir vivos de nuevo, libros que están esperando a ser leídos otra vez.    

“Ante ciertos libros uno se pregunta: ¿quién los leerá?. Y ante ciertas personas uno se pregunta: ¿qué leerán?. Y al fin libros y personas se encuentran”, André Gide.

A nosotros nos gustaría convertirnos en uno de esos lugares de encuentro.